viernes, 1 de enero de 2010

UN HITO MENOS PARA UNA COMUNA GRIS



Hace unas semanas un espectáculo de terror estremeció los corazones de todos aquellos que apreciamos la historia de Santiago. La gran casa ubicada en el 8840 de la Avenida Vicuña Mackenna, a pasos de la Avenida Rojas Magallanes, había sido demolida. Estaba declarada patrimonio histórico de la Florida, sin embargo de nada sirvió aquello y hoy en el lugar no queda nada.

Esta había sido la casa del primer alcalde de la Florida, Victorino Rojas Magallanes y estaba ubicada dentro de la Chacra “Santa Julia” que fue también de su propiedad. Su primer piso era de adobe y el segundo era completamente de madera. Muchos vecinos del sector recuerdan que por años estuvo abandonada y que luego funcionó allí un centro médico, luego un restaurante chino y finalmente una serie de establecimientos nocturnos de mala muerte. Incluso, el mito urbano dice que allí funcionó un cuartel de la CNI durante el gobierno de Pinochet.

Según dicen algunos reportajes en la red, los dueños reclamaban no poseer dinero para mantenerla y que producto de los saqueos y de las modificaciones erradas que se le hicieron (los chinos del restorán derribaron muros estructurales) la casa no aguantaba mas y era un peligro para los transeúntes. Pese a dudar de lo real de aquellos peligros y mas bien suponiendo que el afán comercial de los dueños primaba por sobretodo, no me queda otra que culpar de esta tragedia a las autoridades correspondientes.

La declaración de “inmueble de interés histórico” por parte de la Municipalidad de la Florida puede incluso haber precipitado la autodestrucción de esta histórica casa, pues el poseer esta condición no significó ningún aporte para su conservación sino mas bien llenó de una serie de compromisos al dueño que por cierto cayó en pánico y precipitó los hechos. Si algo es considerado importante por la comunidad en conjunto debe ser mantenido por la comunidad en conjunto, y si los intereses del propietario no son compatibles con este interés comunal, pues entonces su propiedad debe ser expropiada y adquirida por la Municipalidad a su valor comercial.

Nada pondrá a la vieja mansión en pie de nuevo. La Florida perdió uno de los pocos hitos que tenía y que le daban algo de profundidad y textura a sus estériles paisajes. La caída de la casa no hizo mas que profundizar el carácter inhóspito de una comuna dormitorio sin historia.

1 comentario:

  1. El dueño no tiene responsabilidad, la Municipalidad si. Vaya a preguntar cuantas veces le negaron todo, permiso para reparar con publicidad entre otros. Entonces quien es el responsable. Mismo familia dueña por más de 60 años, quienes tiene que seguir cargando el problema, que se haya caído no es solución para el dueño por el contrario, le ha traído más problemas que soluciones

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